lunes, 17 de enero de 2011

DANIEL COVACHO




TRAS SUS OJOS



Y soñando con sus manos olvidó sus ojos, recordando tantas noches sobre pechos muertos.
Estudió palabras negras, brunas letras él leyó sobre fondo de carbón. Tristes falacias le llenaron, victorias ni pensadas, juegos de niños invisibles, alegrías en pilares de cristal. Morfeo cerró los ojos.
Levantándose de la cama saludó a la luna con estrellas alumbrando la penumbra. Los pendientes del trofeo cuatrocientos sonreían y adornaban la mesilla. Entonces escuchó la ducha, abierta desde antes de dejar el sueño. El baño, recibió sus pasos.
Contempló su rostro en el espejo ensangrentado, no sabía quién vivía tras sus ojos.

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